Poema a San Vicente

En un valle de verde esmeralda
Que da origen el Chichontepec,
Pareciendo mas bien una falda
Del tranquilo arrogante volcán,
Prisionera entre arroyos planteados
Lorenzana (*) levántase erguida,
Con sus casas de techos rosados,
Con sus torres que orgullo le dan.

Con sus plazas de hermosa figura,
Con sus calles de fino enlozado,
Con sus templos de fina estructura,
Con sus fuentes de terso cristal;
Con sus huertas de frutas sabrosas,
Con jardines, vergeles y prados,
De legumbres cubiertos y rosas
Que los riegan las manos de Alah;

Con sus ninfas, morenas preciosas
Hechiceras deidades de Adán,
De ojos negros y formas garbosas
Y miradas que un cielo nos dán.

Ella ansía acojer sin reparo
Al que busca en su seno un abrigo,
Al que pide en su suelo un amparo,
Al que no halla en el mundo un hogar.
Y solícita siempre y piadosa
Le regala su amor y tesoros;
Y muriendo, le brinda una losa,
Donde llega su llanto á regar...

¡Oh país de la América bella,
Donde se anidan amor y ternura,
Yo te miro cual fúlgida estrella
En el éter brillante lucir:
Yo te admiro la madre y señora
De millares de nobles soldados,
Cuyos hechos llenando la historia
De la patria, no habrán de morir.

Sigue siempre, ciudad generosa,
En tu noble tarea emprendida,
A la Ciencia proteje afanosa,
Y al Trabajo que es fuente de vida.
No desmayes con torpe pereza;
y tus hijos, que son mis hermanos,
Recordando tu altiva grandeza,
Por tu gloria serán soberanos.

http://comisioncivicademocratica.org/ESCRITORES.aspx

Comentarios

Entradas populares de este blog

Secuencias

Malditos Bailarines Sin Cabeza

Las rimas en la historia nacional